Mantener viva la motivación en la práctica de yoga

10/12/2020
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Mantener viva la motivación en la práctica de yoga
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Como bien me habrás escuchado decir en varias ocasiones, el yoga va más allá de la práctica de asanas, pero llevarlo a nuestro día a día, fuera de la esterilla no suele ser sencillo. Por eso dedico mis clases semanales a indagar y profundizar en conceptos o temas, con una charla inicial en la que ampliamos la mirada llevándolo un paso más allá, de manera extendida.

En octubre hemos estado tratando la motivación y cómo poder mantenerla viva para la práctica de yoga y meditación en casa, para mantener los hábitos saludables y contrarrestar la pereza o la pérdida de interés cuando las cosas no salen cómo lo deseábamos.

La motivación es aquello que nos lleva a seguir, a actuar, a mantener el impulso y las ganas a realizar la acción, es la causa del movimiento, que depende del interés y de la voluntad, de querer lograr un objetivo o meta.

Entonces, ¿cómo cultivar la motivación?

Para comenzar, deberíamos tener claro nuestro objetivo final, más allá de los superficiales, cuál es el beneficio profundo en este momento para la práctica de yoga y meditación. 

El primer paso para lograr motivación entonces sería encontrar y recordar continuamente el motivo, porqué haces yoga, qué es lo que te ha llevado a la práctica, volver a esos inicios para sentir la transformación y avances, recuperando nuestra motivación. El objetivo podría ser mantener la salud, generar bienestar, reducir el estrés, evitar la ansiedad, conectar con uno mismo, etc. 

Pero surgen dudas, pereza, excusas, temporadas en que se pierde fuerza de voluntad… y es normal. Nos pasa a todos. Y aunque el yoga para muchas personas como para mi es una pasión, también hay temporadas en que otras cosas ocupan más espacio en la vida y puede volverse más vulnerable. En estos momentos podemos acudir a algunas herramientas que nos ayuden a mantenernos firmes en la motivación, pero es importante saber que puede suceder en cualquier momento (¡especialmente cuando mejor estamos!) y está bien tenerlo presente y ponerlo en práctica constantemente, no sólo cuando perdemos las ganas.

motivación deporte

Tapas, disciplina y fuego interno

Tapas es el tercer Niyama (de los ocho pasos del Yoga descritos por Patanjali), que se suele traducir como disciplina. Es la pasión, el coraje, la fuerza de la disciplina que nos ayuda a quemar impurezas físicas, mentales y emocionales. Tapas elimina todos los obstáculos que te impiden cumplir un propósito que contribuya a ser una mejor versión de ti mismo, aunque en el sentido yogi, el propósito último es la autorrealización. 

El compromiso, las decisiones y acciones que tomamos para la práctica (sea de asana o de meditación) es tapas. Despierta nuestro fuego interno, la fuerza de nuestro centro para realizar algo y la pasión con la que lo realizamos.

La disciplina nos ayuda a establecer el camino, las reglas, hábitos y decisiones que debemos tomar. Nos ayuda a mantener y cultivar la motivación cuando se pierde, a recuperarla y sentir lo positivo de haberlo conseguido. 

Pero como dijo Swami Satchidananda, tapas es autodisciplina, no auto-tortura. Y es importante recordarlo para no forzarnos demasiado. 

Algunas herramientas para generar tapas: Ujjayi pranayama, Kapalabhati pranayama o el Surya Namaskar. 

Tu propósito

Busca aquello que encienda tu fuego interno, dónde quieres poner tu autodisciplina y compromiso, de forma progresiva sin forzarte y crea tus hábitos o rutinas en función de ello.

Pon en práctica tapas

¿Quieres escuchar la charla sobre motivación y tapas? Accede a la charla de Yoga XL de la clase semanal del 2 de octubre (75 min)  en Studio Online.

Sadhana, crear un hábito

En el camino del yoga, llega un momento para el practicante en el que es necesario crear su propia Sadhana: la práctica espiritual personal y constante. En la Sadhana encontramos el ancla, aquello que nos hace mantenernos con determinación, y nos ayuda a fomentar la motivación. No se trata de tener ganas o no, sino de hacerlo. Es un compromiso con nuestro camino.

Hacer yoga cada día puede ser tu sadhana, porque una clase de yoga es una práctica espiritual. Te acuerdas que una asana se define por Patanjali como «Sthira Sukham Asanam«, estable y cómoda, no es una posición de gimnasia. Y para conseguir la comodidad y la estabilidad, deberás practicar regularmente.

A través de la repetición es donde esta rutina se convierte en un hábito, se instala en nuestras vidas y, aunque puede ir transformándose, ya no dejará de formar parte de nosotros, como una necesidad más entrando en nuestros hábitos saludables (comer bien, descansar, higiene personal, etc.).

Me gusta la forma que expresa el maestro de Dharma yoga Andrei Ram: “En el camino del yoga el secreto es la práctica constante, porque al final no hay nada nuevo. Los mismos principios y las mismas técnicas practicados una y otra vez, hasta ser totalmente dominados, y con ese dominio ocurre la auto-realización”.

La Sadhana no tiene porqué ser una clase de yoga de 60 min cada día, puede ser una meditación breve, dos saludos al sol, un ejercicio de pranayama o la recitación de un mantra. Pero sí debe ser constante. Es importante conocer el momento en el que te encuentras para cumplirlo, sin convertirse en una obligación, sino en un deseo.

Swami Vivekananda nos recuerda que “La práctica queda firmemente establecida a través de continuos y constantes esfuerzos hechos con gran amor”. Es decir, con fuerza de voluntad pero sin sufrimiento, cuidándose a uno mismo, como un acto de amor propio. 

Tu propósito

Te invito a experimentarlo, crear tu Sadhana, por breve que sea, y ser constante durante un período para que se convierta en hábito. Dicen que un hábito, dependiendo de cada persona puede llevarnos desde los 21 días hasta 66 días, según un estudio publicado en la European Journal of Social Psychology.

Fuente: https://xuanlanyoga.com

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